La segunda noche de cine de la octava versión del Festival de Cine Corto de Popayán contó con la presencia masiva de payaneses quienes disfrutaron de la Competencia Oficial Documental en el Teatro Municipal Guillermo Valencia.
“La bendita manía de contar” de Emanuel Giraldo fue el primer corto proyectado de la noche, en donde se narra la necesidad humana de contar historias desde la perspectiva de los cubanos quienes fueron los protagonistas de este film.
Para Emanuel “Hay una huella que deja el séptimo arte no solo en cada realizador y su equipo técnico sino en cada espectador, y hay que empezar a leer de manera diferente teniendo en cuenta las perspectivas del público”, pues según su experiencia todas las personas tienen historias por contar y el cine brinda las alternativas necesarias para llevarlo a cabo.
“Piel de cristal” de la directora Michaela O’Brien, fue el segundo corto presentado en la competencia, en donde se cuenta la historia de María, una niña que padece una extraña enfermedad en la piel y quiere tener una vida normal.
Posteriormente “El susurro de un abedul” de la directora Diana Montenegro, “El Valle de las Tristezas” de Camilo Villamizar Plazas, “Tumaco” de Duván Duque y Jorge Gallardo, “Washina Cainabi” de Luis Ángel Manjarres Présiga. Fueron los documentales que se presentaron en la noche.
Cada una de las proyecciones tuvo gran acogida por el público quien esperó hasta el final y aplaudió la labor que desempeñaron los realizadores con su proyecto.
La actividad finalizó con un conversatorio donde se resolvieron las principales inquietudes de los espectadores en cuanto al desarrollo de cada proyecto, en el que se concluyó que se le debe seguir apostando al documental y contar con nuevos proyectos que puedan participar en diferentes festivales.